NÚRIA GÓMEZ GABRIEL
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CORAZÓN, REBLOG 》COMISARIADO DE EXPOSICIÓN COLECTIVA SOBRE LA «ENFERMEDAD» Y EL «BIENESTAR» 》festival brama 2022

NÚMERO 》COMISARIADO en diálogo CON MÒNICA PLANES Y ALEX PALACÍN 》EN EL FESTIVAL CREA DE L’HOSPITALET DE LLOBREGAT

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    *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     — *Alejandría Cinque:  Precisamente de la idea de «archivo» o más concretamente de «cómo archivamos» nació el proyecto de Encabezamientos de Materia. Desde la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM se percataron de que los libros y documentos relacionados con diversidad sexual, se seguían catalogando con el encabezamiento de materia «sexualidad / desviaciones». La idea de entendernos como una desviación dentro de un archivo es síntoma de que la estructura social sigue funcionando con mecanismos perversos. Por ello, fundamos el colectivo efímero Avecilla St. con el objetivo de sacar del armario todo los materiales que posee la facultad de Bellas Artes sobre estudios de sexualidad e identidades no-normativas para así activar la facultad desde un lugar no hegemónico. Este ejercicio de «activismo» a través de la práctica curatorial y artística se ve reflejado en otros proyectos personales como es la Trilogía de la Noche, una saga de performances que pone en escena diferentes imaginarios queer. Recientemente se ha estrenado el tercer capítulo titulado «Khole: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas» que invita al espectador a adentrarse en un Nunca Jamás devastado por la Crisis Climática y cuya única salvación está en manos de sirenas gender-fluid. “La piel no es la frontera del cuerpo. El primero de los conflictos a la hora de entendernos en relación al mundo es haber definido nuestro propio límite. Ni siquiera debería haber un término que lo identifique como una idea definible y finita. La palabra es nuestra prisión primigenia. Nos acota y limita. Qué podemos esperar de nuestra empatía con el entorno si hemos diseñado una sociedad que entiende el cuerpo como una jaula. Desde que llegaron vuestros vertidos a la Laguna de las Sirenas, vivimos en una intoxicación que nos tiene disociadas. La fantasía propia de Nunca Jamás se ha visto potenciada por los químicos ingeridos en nuestros encuentros. La Laguna se ha convertido en un agujero negro en el que hemos volcado. Estamos atrapadas en un khole que nos permite desdibujar y expandir nuestro ser hacia rincones inescrutables. Sentimos una conexión sináptica con cada célula viva del planeta.Si de algo tenemos fama las sirenas es de ser caprichosas. Nos gusta concebir el mundo entero como nuestro, pues así lo sentimos. Un latir común, un ecosistema que opera como un conjunto de órganos bombeando por un bien común:la fragilidad del equilibrio. Las sirenas podemos ser leídas como mujeres, como peces, como mutantes, como mitos, como monstruos, como fábulas… pero todas esas lecturas son ajenas a nuestro ser, son meras proyecciones que nos descaman la piel. Es responsabilidad de los niños perdidos hackear el sistema y transformarse en piratas. Porque en Nunca Jamás somos todos parte de un mismo juego: los niños perdidos, los piratas, las tribus indígenas, las sirenas y las hadas son órganos de un mismo cuerpo que convive en armonía. Para sobrevivir en vuestro mundo en decadencia, debéis entenderos como un único corazón; no como un cuerpo, sino como parte de un ente mayor, fluído, mutante, intraespecie. Ser un todo en lo terrenal y lo astral.” * Fragmento de KHOLE: un mal viaje a La Laguna de las Sirenas, Alejandría 2021 Conversación con les artistes de la exposición INTER* (Sant Andreu Contemporani, 2021) *Colectivo: Nosotras desde el Que no salga de aquí queríamos compartir un debate que estamos teniendo dentro de nuestro colectivo sobre la propuesta de título usado para la exposición: INTERSEX ROLE PLAYERS. Después de muchos años trabajando las intersexualidades en colectivo, en red y siempre desde la primera persona como referente, sabemos que la palabra intersex/intersexual/intersexualidades acoge una serie de experiencias corporales que han recibido mucha violencia médica y social, cosa que las une y que hace que el término sea especialmente sensible. Seguramente por la incipiente labor del activismo intersex, nos parece problemático usar el término fuera del contexto de esas experiencias compartidas concretas. Evidentemente, desde lo artístico y también lo personal, nosotras siempre apostamos por resiginificar y embellecer la terminología (como hacemos con nuestras queridas «Hermafroditas a caballo»), pero nos preguntamos hasta qué punto es legítimo usar lo intersex para vehicular, en este caso, la exposición, ya que ésta no es explícitamente sobre experiencias intersex y en ella solo contamos con una experiencia personal dentro de un colectivo concreto, cuyo discurso interactúa con les artistes, pero que no es una obra de la exposición ni el tema principal. ¿Qué opináis vosotres?  Nosotras trabajamos y apostamos para que lo inter*, igual que lo trans* u otros términos paraguas, pueda albergar identidades que jueguen y se celebren, se mezclen y dialoguen, y que vayan más allá de la denuncia de la vulneración de derechos humanos (que también seguiremos ejerciendo, claro). Pero es cierto que nos parece arriesgado que la introducción a la expo lleve por título lo intersex, puesto que seguramente el vínculo de todes tiene mucho más que ver con la construcción del género y el deseo, que con lo intersex propiamente. Como decimos, queríamos abrir el debate a todo el grupo para que podamos dialogar sobre ello. *Matías Daporta: Tengo una propuesta de título. Después de lo que he ido leyendo. He pensado que todas las piezas tiene algo con ablandarnos  a nosotres abriendo ciertas intimidades, o haciendo que otres se abran a través del proyecto. En mi caso, Fun with fear es un ejercicio de empatía sexual que te invita a ponerte en la piel de otres. Pensé en este título: ESTRATEGIA DE ABLANDAMIENTO. Entendiendo la expo como una serie de ejercicoos artísticos que en su conjunto formarían una «estrategia» para afectar la percepción de les visitantes. Bueno, aquí os lo dejo. ¿Que opináis? *Núria Gómez Gabriel: Muchas gracias por ayudarnos a cuestionarnos a nosotres mismes con vuestros apuntes y generosidad. Pienso que todas las reflexiones que se han compartido son muy pertinentes al proceso de trabajo en el que nos hemos comprometido y personalmente me problematiza mucho hacer una referencia directa a una cuestión de la que quizás no puedo hablar desde un conocimiento situado… a menudo siento algo de incomodidad acerca de cómo desde las prácticas artísticas y curatoriales se acogen las palabras-concepto con mucha rapidez y en muchas ocasiones sin las condiciones necesarias para cuidar la diversidad de sentidos que despliegan en relación a las comunidades sensibles que las activan… Me pregunto si es posible extrañar las palabras-concepto más allá de los discursos a los que supuestamente pertenecen para poder generar alianzas inter* (entre comunidades, saberes, quehaceres), si es posible deslocalizar sin banalizar su sentido más político, si sería más interesante pensar en el cómo se hace que en el qué se dice. Me explico, durante años, dando clase en la universidad, me he preguntado si puedo o no hablar sobre lo trans*, sobre el cuerpo político negro, o sobre una gran diversidad de realidades que no me atraviesan la carne en mi día a día, pero que son realidades con las que convivo y de las cuáles considero que puedo aprender y generar alianzas políticas porqué al final, bajo mi punto de vista, es esa la pregunta: cómo generar alianzas más allá de la identidad que apuesten por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es la que nos convoca a todes. Así que intento, siempre, atender al cómo antes que al qué, y hacerlo de forma respetuosa y prospectiva, atendiendo siempre a los privilegios, obvio. Dicho esto, que no es nada más que mi duda compartida con vosotres, me parece que el título que propone Matías es precioso y que lo blando es, sin duda, el futuro alternativo a la dureza de la precariedad psíquica y material a la que estamos sometides. Sin embargo, cuando leí la propuesta del colectivo en la convocatoria del SAC me confrontó y flipé bastante fuerte con la absoluta ausencia de referencias e imaginarios acerca de las realidades intersex. Y, fue desde la indignación que me puse a investigar para poder aprender-con y poder dialogar con las cuestiones que apunta el colectivo. En este sentido, me preguntaba por cuál es vuestra relación con lo intersex, qué imaginarios os despierta, cómo se relaciona –si se relaciona–con vuestro trabajo, en qué o cómo os confronta si es que lo hace en algún sentido… *La Sofy: La relación de mi trabajo con lo intersex creo que puede partir de la absoluta ausencia de referencias. Lo que he hecho por sistema ha sido rascar, buscar, reconocer y acumular los inputs que creí tenían influencia (más o menos directa) en como yo me había desarrollado, de dónde me venían ciertos gustos, conflictos, patrones de comportamiento. Esto al final acaba siendo un abanico de referencias del imaginario hetero normativo que excluye todo lo que no esté encajado en el estereotipo de mujer cis hetero blanca. Parte de mi identidad está ligada a los productos culturales que he consumido y los patrones ahí se hacen evidentes, se genera una otredad que o no se representa o si tiene presencia es desde la burla, la vergüenza, el conflicto o lo «exótico». También por eso me genera cierto conflicto incluir mi trabajo aquí, porque parto desde una ignorancia bastante fuerte sobre lo intersex. ¿Por qué estoy ocupando un espacio que sería más lógico que ocupara alguien intersex? ¿qué importancia puede tener mi visión aquí? *Matías: Me aterroriza no saber absolutamente nada sobre la intersexualidad. Y en relación al proyecto, no haber tenido la conciencia siquiera de haber considerado incluir la voz de personas intersexuales para que sus miedos estuviesen incluidos. En ese sentido, yo y el mundo nos debemos disculpar ante esa comunidad. (Y muchas otras, al fin y al cabo). Luego, me encanta ver como en los últimos años el colectivo se está empoderando y saliendo a la luz, educándonos al tiempo que nos rompen con todos los esquemas. En términos de imaginarios, no tengo muchos. La verdad es que me despierta rigor científico, leer y callarme la boca. Siento que una deriva más abstracta sobre estos cuerpos sería problemática. Me parece que es la comunidad la que debe proponer imaginarios que sean correctos para elles y luego, yo, incorporarlos. No sé. *Cayetano Truyols: Mi relación con los imaginarios intersex es escasa, y de hecho en el imaginario de la cultura Otaku es casi inexistente, pero no por ello imposible –sobre todo si hablamos en términos especulativos–. Si es cierto que no hay personajes o narrativas explícitamente intersex –o por lo menos no lo suficientemente accesibles para mi hasta ahora– existen imaginarios no binarios hermafroditas, y andróginos. El despertar sexual Otaku no tiene como eje motor la genitalidad persé, sino la ficción. Todo es posible en el imaginario Otaku, y por tanto el imaginario intersex podría ser bienvenido. La cuestión sobre lo intersex respecto al anime en mi trabajo –sobre todo a nivel resolutivo y formal- trata de cómo se confrontan, de especular en cómo estaría representado lo inter. Teniendo en cuenta la trayectoria a lo largo de los años de la cultura Otaku, de sus tropos, recursos narrativos y de la forma en la que se han resuelto las representaciones, puedo especular acerca de las formas en la que se podría resolver una representación intersex en el imaginario anime. *Núria Gómez Gabriel: Tengo mucha curiosidad por saber si el proceso de trabajo colectivo que hemos mantenido estos dos últimos meses en relación a esta ausencia de imaginarios ha cambiado o transformado vuestro trabajo en algún sentido… *Matías: Con vuestra invitación a participar en la exposición pude revisar el archivo de miedos que había recopilado anteriormente. La presencia del colectivo en la exposición nos hizo ver la ausencia de los miedos propios de este colectivo. En 2015 nos habíamos cuidado de entrevistar a una amplia diversidad de personas, diferentes sexualidades, generaciones y culturas, pero nuestra falta de conocimiento y consciencia sobre la realidad intersex hizo que la obviáramos. Pero a lo largo de este proceso entrevistamos a una persona del colectivo para incluir, por fin, miedos desde su realidad. Y, que aunque una persona no puede hablar por todo el colectivo, sí que abre la posibilidad de sensibilizar a través del juego y ser detonante para que las personas que jueguen investiguen a posteriori y difundan sobre ella. En nuestra conversación sobre los miedos intersex descubrí que muchos de los miedos son compartidos con los de otras realidades sexuales, incluso con las realidades cis-heterosexuales. Fue interesante tener una prueba de que el miedo nos atraviesa a todes sin discriminar. Se ha hecho un hueco para posarse en todes en relación a ciertos aspectos de la sexualidad. *La sofy:  Me sigue pareciendo conflictivo mi participación en el sentido de que pueda desplazar el foco a cuestiones que no son propiamente lo intersex, y que tengamos un protagonismo que no deberíamos. Cuanto más material he ido viendo, más evidente se me hace que esto necesita ser una conversación más pública, la invisibilidad es extrema. Cuando lo he ido hablando con otras personas, la primera reacción ha sido la que tuve yo, de no tener del todo claro a que nos referíamos y miedo a cagarla o tener una idea equivocada, y bastante sorpresa de que toda la violencia social y médica a la que se ven sometides sea una especie de tabú. *Cayetano: En el imaginario Otaku la sexualidad cobra una dimensión ociosa y emancipadora respecto la sexualidad hegemónica. Interpretar la realidad del colectivo me hacía pensar en que capaz caería en los clichés, en cuestiones superficiales o vagas, incluso exhibicionistas o deformadas y ajenas, que colaborasen con la estigmatización y monstrificación del colectivo. Con el mismo proceso me voy dando cuenta de ello, y de que quizá deba incluso abordar toda esa serie de clichés para trabajarlos desde la representación de la representación. *Francesco Giavieri ¿cómo te posicionas o ‘simplemente’ te sientes con términos como ‘imaginario’ y ‘archivo’? Ambos términos los hemos ido empleando y repitiendo en este proyecto en relación a lo intersex,  sin embargo, quizá merece la pena acotarlos…estás conforme en su uso en el contexto de este proyecto? *Matías: Creo que son términos pertinentes e intrínsecos a nuestro proyecto. Por un lado, el proyecto parte de un archivo recolectado de una serie de entrevistas y es en sí mismo un ejercicio de activación de ese archivo. Desde el principio decidimos que no nos interesaba exhibir el archivo, porque la lectura pasiva no era transformadora. El gesto performático de jugar pone a la persona lectora en una situación de exposición, vulnerable, de la que no puede escapar sin no es parando el juego. Durante la investigación para el proyecto Workingmakingout decidimos abrirnos el uno a otro en torno a nuestra sexualidad, en la práctica nos dimos cuenta de que ninguno de los dos había hablado de ciertos miedos públicamente. Nunca. Y ya no era únicamente una cosa de como contar los miedos, sino que otra de las dificultades es que tampoco sabíamos cómo hablar de ellos. En la cultura popular existen una gran cantidad de productos como películas o literatura sobre el miedo en torno a una violación o a salir del armario, pero estos no son más que la punta del iceberg. Fun with fear surgió como un ejercicio para ayudar a crear un imaginario sobre los miedos que rodean a la sexualidad y un lenguaje que lo acompañe. *Cayetano: Me gustan las ideas de imaginario y de archivo, pero porque me gustan los archivos y los distintos imaginarios (imaginarios tal cual, así en general y con todo el morro). Aun así, cuando escucho la palabra archivo pienso en términos drásticos y caricaturescos del concepto, imaginándome la idea del explorador o la del colono y su afán investigador, de su ambición por clasificar y ordenar todo, de querer categorizar el mundo almacenándolo en enciclopedias, ficheros admnistrativos, en casilleros, en volúmenes… con esa voluntad de categorizar y clasificar el mundo, de identificar anomalías y señalarlas, diferenciarlas y gobernarlas. Pienso en el archivo como un doble filo, que por un lado mantiene la idea de conservar la memoria histórica de las cosas, de situarlas en el mapa, pero también como un ente potencialmente discriminatorio. Por eso creo que es vital tomar una posición crítica a la hora de trabajar desde el archivo, porque es una potente herramienta tanto para el control como para las posibles vías de emancipación. *La sofy: Desde mi posición lo que vuelve a parecerme importante es la ausencia. Trabajar con la acumulación y clasificación de referencias  ha sido clave para identificar conflictos y para identificarme. Creo que en lo intersex esto es especialmente complicado por la falta de referencias que construyan ese imaginario, y a la vez lo deformadas que pueden ser esas referencias con respecto a la realidad de las personas intersex. *Colectivo: Seguramente, desde el colectivo Que no salga de aquí estamos más cerca del anhelo de imaginarios intersex que del “archivo” al uso. Precisamente, el eje que cruzó nuestra práctica desde el primer día en el que las tres empezamos a colaborar fue la posibilidad de encontrar y generar imaginarios que permitieran a las personas intersex o a otras corporalidades no normativas establecer identificaciones placenteras. En ese sentido, hablar de imaginarios y no de imágenes, es estratégico, pues un imaginario es una constelación de imágenes identificable que permanece en el tiempo. Y es estratégico en torno a dos temporalidades diferenciadas. Por un lado, deseamos configurar nuevos imaginarios intersex ante su ausencia. Por el otro, compilamos e incluso subvertimos imaginarios anteriores que también sirve para nuestro propósito. Aquí, nos aparecen figuras inspiradoras como José Estebán Muñoz y su invitación para hallar imaginarios utópicos en trazas del pasado. Dado que no hemos contado –ni contamos–, con imaginarios que nos permitan establecer procesos seductores de identificación, retomamos aquella fuerza utópica planteada por el autor en su Cruising utopia, según la cual podemos hallar en las producciones estéticas de las comunidades disidentes del pasado “rastros de utopía” que pueden reactivarse en el presente. Venimos trabajando en los últimos años algunas de estas apropiaciones asombrosas, algunos de estos gestos de agarrarse a un clavo ardiendo visual. Con nuestra colega María Gómez hemos rastreado su identificación con los ángeles negros desde la adolescencia, proponiendo apropiaciones de las iconografías angelicales góticas del MNAC. Con Del LaGrace Volcano y Carlos Motta hemos aprendido a usar la escultura grecolatina como una trinchera de embellecimiento de nuestros cuerpos. Y con nuestro colectivo estamos trayendo a la vida a todas aquellas hermafroditas declaradas para formar una horda y fundar un nuevo orden. Derivado de lo anterior, se entiende que estemos más cerca de nociones como la de anarchivo. Las raíces etimológicos de archivo hacen referencia a la voz del amo y al lugar desde el cuál ésta se ejerce. En ese sentido, las experiencias intersexuales vienen explicándose hasta ahora precisamente desde esa voz del amo, es decir, desde la patologización médica, desde una supuesta verdad científica de raíz patriarcal y desde las ocultaciones familiares. Es evidente que si el faro del proyecto son las experiencias y las corporalidades intersex, no podemos plantear un archivo dominado por decisiones tradicionales y de raíz cisheteropatriarcal. Es por ello por lo que nos acogeremos metodológicamente a las pulsiones del anarchivo, encarnando y cuestionando sus tentáculos e hibridando materiales haciendo convivir juicios por hermafroditismo del siglo XVIII, rumorología propia de la cultura masas, esculturas grecolatinas y pinturas pompeyanas, la corporalidad de las hienas y de las orquídeas, el trabajo de Del LaGrace Volcano, los filmes de Lucía Puenzo y Julia Solomonoff, las iconografías angelicales o a José Luis López Vázquez interpretando a una persona intersex a finales del Franquismo.     —