La referencia arcaica de ciertas formas esotéricas propias de las artes adivinatorias se actualizan hoy si pensamos en la minería de datos. En el universo computacional de la vigilancia emocional los algoritmos funcionan como oráculos. Tienen la capacidad de determinar el futuro de los usuarios conectados en red en base a sus patrones de consumo. Los algoritmos ya no son simplemente instrucciones para ser ejecutadas, sino que se han convertido en entidades escénicas que seleccionan, evalúan y transforman a su vez las infraestructuras urbanas y los modos de vida. Los centros de datos son el lugar físico y material donde estas formas de control, aparentemente ubicuas, realizan sus predicciones.
El 6 de junio de 2019 visité el centro de datos bitNAP de Barcelona con la intención de recrear mi arcana: la torre de la destrucción. La carta número 16 del Tarot. Una imagen simbólica que nos confronta con la adversidad.
Diseño y confección: Dalila Virgolini
Fotografía: Rafael Arocha
Con la colaboración de bitNAP Datacenter de Barcelona