Where in the world is my fucking serotonine?
PORNOGRAFIA EMOCIONAL es la tendencia radical de los usuarios conectados a las RRSS en exponer sus vivencias más íntimas como valor de cambio. Esto tiene como correlato la privatización de las emociones en manos de las empresas del capitalismo de plataformas que explotan económicamente nuestro sistema dopaminérgico, siempre insaciable. El seminario plantea una reflexión sobre cómo la tiranía del bienestar y la permanente exposición de aquello que facilita nuestro “crecimiento personal” tiene como consecuencia la aparición de nuevas narrativas del sufrimiento. En este sentido, parece necesario preguntarse por la relación sistémica entre las políticas de la depresión y la codependencia mediática.